Por: Catalina López Lafaurie.
En sus marcas… listos… ¡fuera! ¡sálvese quien pueda! O quien quiera. Colombia inicia una nueva fase de manejo de la pandemia. Se levantan la mayoría de restricciones y paso a paso se vuelve a “la normalidad”. La cuestión es que ya nada es normal.
¿Qué es “la nueva normalidad”? Próximamente se habilitarán los vuelos internacionales, mientras que los nacionales estarán a la orden del día para uno que otro destino, gimnasios, colegios, playas, comercio y demás deberán entrar en funcionamiento en las semanas siguientes. ¿Es normal acostumbrarse por tiempo indefinido al tapabocas, tener trajes especiales en algunos lugares, continuar con los distanciamientos y no desaforarse en los contactos físicos? ¿Esta será “la nueva normalidad”?
Coincido en que todo esto sí es nuevo, no es algo que como humanidad estamos acostumbrados, lo que no comparto es que sea normal. Precisamente por normalizar algunas cosas es que olvidamos la esencialidad de la vida, de tomar decisiones correctas y de actuar responsablemente.
Hace rato se dejó de sentir normal el volver a salir a las calles. Para quienes han cumplido con juicio el confinamiento, entienden que salir es redescubrir el entorno, analizar qué acciones apropiadas tomar por su salud y la de otros, es sencillamente, reabrirse a una nueva realidad, no a una nueva normalidad.
Hace tres meses yo no había salido, no tenía idea cómo estaba mi ciudad, ni siquiera sabía cómo se sentía el sol o la brisa mientras caminaba. Salí hace unos días en mi pico y cédula. Nada es normal. Estamos inundados de protocolos y no es para menos, al entrar y salir de un lugar la receta es tapabocas, alcohol, antibacterial y toma de temperatura.
Aunque el Gobierno Nacional ya dio las respectivas indicaciones para reabrir la cotidianidad. El debate está entre quienes afirman que todavía podemos estar unos días más en confinamiento y la presión de los gremios por reimpulsar la economía. ¿Qué será más importante: la vida o la economía?
Es entendible que la vida sin tener con qué comer es difícil de llevar. La economía de todos los hogares no es estable y dependen del día a día. Sin embargo, tampoco es viable una economía llena de contagios y muertes. He ahí la polémica.
No es la hora de creer que todo va a estar como antes, después de una pandemia nada vuelve a ser igual. Ahora, enfrentaremos una nueva etapa en el que progresivamente volveremos a las labores diarias fuera de casa. Sin embargo, es cuando más responsables debemos ser.
La falta de una pedagogía efectiva, da lugar a que muchas personas crean que se reabrirá todo y podrán realizar sus actividades como antes; incluso hay quienes creen que todo pasó y que el tal coronavirus ya no existe, pero ahí estará la gran amenaza de la vida.
Ahora es cuando más debemos protegernos porque “la nueva normalidad” empezará en desorden y es lo que dará lugar a una nueva realidad.