Columna 7
GUERRA EN UCRANIA: UNA REALIDAD OCULTA
Por: Diego Duque Zuluaga.
Como bien lo decía Malcom X “Los medios son la entidad más poderosa de la tierra. Tienen el poder de hacer culpables a los inocentes y hacer inocentes a los culpables, y ese es el poder. Porque controlan las mentes de las masas” , lo cual ha quedado demostrado a lo largo del tiempo, y se hace aún más presente en estos momentos con todo el conflicto que se vive entre Ucrania y Rusia, lo cual me ha impulsado el día de hoy, a ser portavoz de opiniones impopulares y verdades incómodas.
Antes que nada, hay que entender que esta guerra no apareció de la noche a la mañana, esta calamitosa situación viene desde mucho más atrás, y uno de sus puntos más álgidos sucedió el 2 de mayo del 2014, lo cual quiere decir que los medios que nos informan, están 8 años retrasados, o que estos mismos, al decidir que mostrar y que ocultar, invisibilizan conflictos que muchas veces están alineados con intereses económicos de potencias occidentales (EE.UU-OTAN), así que, prefieren mantenerlos en bajo perfil.
Es fundamental precisar para esta historia, que la población de Ucrania es muy heterogénea, con un 20% de gente de ascendencia rusa, principalmente establecida en el este del país, en la cuenca minera del Donbass. Y esto se debe a que, en la era soviética, Stalin mandó a miles de obreros rusos a poblar la abandonada zona del Donbass, rica en carbón, para que explotasen las minas; estos al pasar el tiempo se fueron integrando, creando así, una convivencia sana con más amor fraternal que odio. Muchas de estas familias estaban compuestas de padre ruso y madre ucraniana y viceversa, esto era de lo más normal allí.
Siendo así, y para partir con el contexto bélico de todo esto, tenemos que remontarnos al 2013, año en el cual surgió el movimiento Maidan, como una supuesta respuesta social, a la corrupción política; para este momento, los obreros y mineros del Donbass (una de las zonas en disputa) los veían con simpatía, pese a que ellos estaban inmiscuidos en una huelga del carbón, dado a las pésimas condiciones en las que laboraban, y la desidia en la que estaba sumida la ciudad desde hace tiempo, puesto que para las administraciones esta quedaba muy lejos de la vida de la capital.
Pero al poco tiempo lo que surgió como activismo social, contra la corrupción y la oligarquía rápidamente se convirtió en un ejército de extrema derecha, el cual contenía ideologías alusivas al nacismo, venerando líderes Ucranianos Nazis como Stepan Bandera, por lo que la situación empezó a tornarse cada vez más oscura cuando la popularidad de este grupo fue cogiendo cada vez más fuerza entre miles de Ucranianos, incluyendo políticos y empresarios influyentes, los cuales estaban en contra las políticas Pro-Rusas de Yanucovich, por lo que, que esta nueva ola de ultranacionalistas significó para estos una gran oportunidad política, entonces, estos valiéndose de su influencia y poder, dispersaron una bruma de odio étnico sobre canales de televisión y demás medios, donde responsabilizaban a Rusia de todos los males económicos que vivía Ucrania.
Así mismo, estas tertulias políticas, emprendieron una campaña segregacionista, a todos aquellos que tuvieran ascendencia rusa, especialmente aquellos ubicados en la población del Donbass, exhibiéndolos como ciudadanos de segunda categoría que solo servían para laborar en las minas de carbón, al contraste de lo que ellos vendían como el ideal de la población ucraniana de Kiev, educados, civilizados, o en pocas palabras más europeizados; creando así un bombardeo constante de odio en contra de personas que ellos consideraban “enemigas” por razón de su origen ético.
En efecto, toda esta estrategia, maquinada por los oligarcas pro- occidente, dio los frutos que se esperaban. El odio fascista, y racista se tradujo en linchamientos por Kiev de las personas racializadas, homosexuales, de izquierdas, o nostálgicos del pasado soviético. Los asesinatos sucedían cada día, en el marco de la revolución Euromaidan. En ese momento fue cuando los grupos paramilitares de extrema derecha, se organizaron como batallones militares oficiales, que se extendían a lo largo de las ciudades, pagados con un buen sueldo directamente de las carteras de oligarcas locales pro- occidente como Kolomoski.
Produciendo una intensa violencia y manifestaciones, las cuales se extenderían hasta el 2014, tornándose estas en, salvajes y diarias; al mismo tiempo; lo primero que hicieron, estos grupos paramilitares, fue acudir a las sedes comunistas y antifascistas, para destrozarlas. Llegando así, los grupos nazis armados a todas las asambleas antifascistas, recalcando las opciones que tenían aquellos que se encontraban en esos lugares. Las cuales se limitaban a, unirse a ellos, o ser asesinados. Lo que produjo que muchos huyeran y otros se unieran a las filas fascistas en favor de la Unidad de Ucrania.
El caso es que, los sucesos que ocurrieron en Ucrania para ese entonces, fueron por todos conocidos y ampliamente cubiertos por la prensa internacional. Primero, comenzaron con el golpe de Estado, el cual situó como presidente a Poroshenko, reconocido líder fascista y oligarca; acto seguido, se cubrió la huida del expresidente Yanukovich, así mismo los nazis tomaron las calles, lo cual desataría un espiral de violencia hacia aquellas personas consideradas pro-rusas o simplemente de ascendencia Rusa; tomando lugar un suceso lamentable en la historia Ucraniana, vivido el 2 de mayo del 2014, en la ciudad de Odessa ,en donde los supremacistas aprovechando el marco de protestas del día del trabajo, encerraron a los manifestantes antifascistas en La Casa de los Sindicatos (edificio histórico), para incinerarlos, sin importar que algunos manifestantes se trataban de adultos de la tercera edad o niños que se encontraban a acompañando a sus padres.
Resultando así, en una matanza que cobró la vida de 46 personas, 214 heridos, y 172 detenidos, no obstante cifras extra oficiales, afirman que la cantidad de muertos duplicaría la reportada por el gobierno; sin embargo, si buscamos por internet en muchas páginas americanas o de habla inglesa, nos encontraremos con la noticia de que aquellos murieron ese dos de mayo, eran todos prorrusos, y se debió a consecuencia de fuego cruzado entre ambos bandos, pero aquellos con un sentido investigativo más agudo si buscan en Google “FEMEN Odessa 2014” se encontraran con una realidad no tan cubierta por los medios, las cuales mostraría como supuestas feministas creando bombas molotov, las cuales fueron utilizadas para quemar el edificio, y otras imágenes donde se muestra las marchas pro Ucrania, con banderas e insignias nazi de fondo.
Mas tarde, se descubriría que nexos del gobierno de EE.UU, en la financiación y dotación de estos grupos supremacistas pro Ucrania, lo cual no seria una sorpresa para nadie, teniendo en cuenta que desde la disolución de la unión soviética la OTAN-EEUU ha ido faltando a su compromiso, levantando bases militares, estableciendo allí sus tropas por toda la frontera rusa, con la intención de debilitar, y asediar a Rusia; encontrando en una Ucrania Pro occidente, el mejor aliado.
Para poder así, hacer uso de una pieza importantísima y estratégica, como lo es la península de Crimea con sus bases navales y el control del mar negro.
Cabe señalar, que con esto no busco excusar las decisiones del presidente Putin, solo quiero recalcar que muchas veces, los medios más relevantes, colocan a las potencias occidentales, como salvadores y héroes, ignorando muchas veces que estos mismos han sido protagonistas en masacres como la de Israel a Palestina, olvidando incluso cuando EE.UU arrasaba Afganistán, estos bombardeos masivos causaron la muerte de más de 150.000 civiles, incluyendo miles de niños. Muertes que EE.UU. se ha negado a investigar. Al igual que los medios se quedaron callados cuando este mismo se encargó de intervenir a Libia y Siria; dos países soberanos para posteriormente, en el marco del conflicto, saquear sus reservas de petróleo.
Por lo que mi punto va dirigido a que, muchas veces los medios y redes sociales solo nos muestran lo que quieren o es más beneficioso para ellos, y la guerra de Ucrania es sólo un capítulo más de una serie mucho más extensa y es esencial tener eso en cuenta a la hora de analizar cuáles son los medios que nos rodean, y que tan crítico soy frente a la información que recibo de estos; antes de saltar con conjeturas y señalamientos.
Finalmente, la guerra siempre es y será una decisión que tomen los más ricos y poderosos donde los que ponen la cuota de sangre son los pobres; y son los inocentes los más afectados, tanto Ucranianos como Rusos, no pidieron vivir esta guerra absurda, pero hoy ambos están forzados a vivir las consecuencias, por lo que quiero exhortar a todos aquellos, inquisidores y prejuiciosos, que se tomen el tiempo de reflexionar que en cada historia hay dos caras y, el lobo siempre será el malo si es Caperucita quien cuenta la historia.